sábado, 8 de septiembre de 2018

Sánchez decidido: Guardia Civil y Policía Nacional fuera de Vascongadas

Absoluta hostilidad, olvidados por sus mandos y por el Gobierno: así trabaja la Guardia Civil en Vascongadas



Una vez más nos acusaron de inventar noticias: hasta que salieron las Asociaciones Profesionales de la Guardia Civil dando por verdadera la versión de La Tribuna de España y pidiendo al presidente frentepopulista Pedro Sánchez que la Guardia Civil y la Policía Nacional no sean obligadas a abandonar vergonzosamente Vascongadas y dejar una parte, ¡tan importante de España!, en manos de la policía política La Ertzaintza -al igual que los Mozos de Escuadra en la región catalana- una policía nacionalista al servicio del independentismo que debía haber sido disuelta hace ya mucho tiempo.

Así las cosas, nuevamente la Asociación Profesional Independientes de la Guardia Civil (ICG) ha manifestado que "la conocida ley de abusos policiales, no es tal, en el sentido de violencia surgida en el ámbito del funcionamiento de las Fuerzas de Seguridad, sino que los propios guardias civiles residiendo en el País Vasco en ese momento, pueden ser víctimas de violación de derechos humanos por parte de quienes les apedreaban, golpeaban, acosaban, y atemorizaban, tanto a ellos como a sus familias, y ello en el contexto de la motivación política, relacionada con la actividad terrorista y de aquellos que la promovían".

Desde la asociación de guardias civiles (ICG) destacan que "esos posibles guardias civiles y familiares afectados por esta violencia, residentes en el País Vasco, no han sido judicial ni administrativamente declaradas víctimas del terrorismo, por no sufrir directamente un atentado, pero si sufrieron conculcación de derechos fundamentales, por su condición social y por representar al Estado en la lucha contra el terrorismo, dándose por tanto la condición de `motivación política´.

A lo que añade la Asociación Profesional de guardias civiles: "Los Independientes de la Guardia Civil (IGC), también consideran importante para esclarecer los hechos tanto en el ámbito de la Guardia Civil como de la ciudadanía vasca en general, aún de la ideología política de cada cual, los testimonios que puedan aportar los propios guardias civiles, en uno u otro caso, tanto dentro o fuera de los acuartelamientos pueden ser buenos para esclarecer la vulneración de los derechos fundamentales".


ICG (Independientes de la Guardia Civil añade en relación con las víctimas del terrorismo etarra: "No obstante, no puede olvidarse lo sumamente importante que es para las víctimas del terrorismo el esclarecimiento de los atentados aún no resueltos después de varias décadas desde la ocurrencia del hecho, y por tanto habiendo prescrito algunos, debería ser obligación moral de sus asesinos, confesar los hechos, para lo que sería buena cualquier colaboración institucional o social".
Tal y como informaba en rigurosa primicia informativa La Tribuna de España el pasado 8 de agostoPedro Sánchez accede a las presiones de los partidos secesionistas y de Podemos, y decide sacar de Vascongadas a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, una decisión tan estúpida ¡como de incalculables consecuencias para la seguridad nacional! El presidente del gobierno de España accede a las presiones guerracivilistas de los partidos secesionistas (vascos y catalanes), así como a las de la extrema izquierda -ahora representada por Podemos- y decide sacar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional de Vascongadas.

Ya entonces, la asociación Profesional Independientes de la Guardia Civil manifestó a La Tribuna de España que "para justificar la intromisión legítima en ese proceso de adaptación de la plantilla de la Guardia Civil, a sus actuales competencias en el País Vasco, y dando por sentado que la lucha contra el terrorismo de ETA se centra en la actualidad en la resolución de atentados terroristas de los que todavía no se conoce a los autores, y en vigilar las amenazas potenciales que sobre este concreto terrorismo puedan surgir, no se ha de obviar, sin perjuicio de comparaciones con otras Comunidades con Policías Autonómicas integrales, que la reducción de la jornada de trabajo de los guardias civiles a niveles comparables al resto de funcionarios, pues antes trabajaban más horas, y no se les compensaban con descansos, los servicios nocturnos y los prestados en días festivos, hace necesario tener más fuerza en revista para prestar el mismo servicio que antes prestaba en peores condiciones de trabajo".

En la actualidad la situación de los agentes de la Guardia Civil en Vascongadas está entre lo penoso y lo infrahumano: la Guardia Civil permanece acuartelada, los agentes viven con sus familias dentro de las Casa-Cuartel de finales del siglo XIX y principios del siglo XX en instalaciones que las ONGs rechazarían para los inmigrantes, llenas de ratas y cucarachas, aisladas del resto de la población civil y protegidas del resto de inmuebles.
Por el contrario en las viviendas de los altos mandos de la Guardia Civil en Madrid no cesan las reformas cada vez que el inquilino es sustituido; unos altos mandos de la Guardia Civil que deshonran, día a día, el uniforme que visten y no merecen ser jefes del mejor cuerpo policial de Europa y de la institución más querida por los españoles.
Lejos de haber tomado nota de lo sucedido en la región de Cataluña con los Mozos de Escuadra, Pedro Sánchez no ha aprendido nada de la experiencia de policía política y antiespañola que sobradamente ha demostrado ser el cuerpo de los Mozos de Escuadra (una institución que debería haber sido disuelta en cuanto se aplicó el artículo 155 de la Constitución en Cataluña) y que han pagado los españoles con dos atentados terroristas yihadistas fruto del descontrol policial y la ineficacia absoluta de sus servicios de información y, lo que es peor, una policía -pagada por todos los españoles- que se ha puesto del lado de los golpistas enfrentándose claramente a quienes defienden la legalidad en Cataluña.






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